miércoles, 21 de noviembre de 2012

Métodos hormonales de anticoncepción


La píldora anticonceptiva simula un embarazo gracias al nivel hormonal que provoca, engañando hacia arriba, hacia la hipófisis, que es la glándula hormonal de control superior, y ella se deja engañar. Además, la píldora sustituye el ritmo natural por un compás que es totalmente regular y predecible, algo que no es nunca el ciclo propio, con sus oscilaciones naturales. Es comparable a la vida de un marcapasos, que sólo puede producir un compás mecánico en lugar del ritmo vivo del corazón.
No pueden pasarse por alto las ventajas de la píldora. Elimina cualquier miedo ante un embarazo no deseado y proporciona así a la sexualidad algo libre de toda preocupación. Sin ninguna preparación especial, la mujer puede encontrarse con su compañero y entregarse a él cuando tenga ganas. La píldora encubre hormonalmente los posibles inconvenientes que hubiera en relación con el periodo. A pesar de ello, en Alemania, a diferencia de los EE.UU., existe un claro cansancio de la píldora que podría estar relacionado con la creciente aversión hacia todo lo artificial e innatural, así como el temor al cáncer que sigue arrastrando a pesar de todas las explicaciones ginecológicas.
Ya existe una alternativa hormonal. Hace tiempo que se ha inventado la píldora para los hombres, pero no sale al mercado porque al parecer no se quiero (ellos no quieren). Es probable que no sería ningún buen negocio, pues, ¿qué hombre se tragaría todos los días unas hormonas y asumiría los posibles inconvenientes, sólo para prevenir tener descendencia o que ella no tuviera que impedir una concepción? Hasta que llegue ese momento mucho tiene que cambiar en la conciencia y el sobreentendimiento masculinos, y mientras tanto, debido al “exterminio blando”, habremos de enfrentarnos a otro tipo de problemas.
Mientras tanto la industria ha desarrollado una píldora especial para cada tipo de mujer, de tal manera que los efectos deseados son óptimos y los efectos secundarios no deseados mínimos. Así, toda mujer encuentra la píldora que mejor le va -a menos esto dice la publicidad e incluso tiene razón-, siempre que el médico que la administra sepa realmente de ello.
Las Pacientes jóvenes toman por lo general píldoras con más hormonas paraqué con ello todo pueda madurar mejor. Son también adecuadas para mujeres con hemorragia débil (hipermenorrea) y tendencia a las metrorragias, en caso de acné o de problemas cutáneos, si la matriz es demasiado pequeña, con el pecho demasiado pequeño, en caso de falta de peso (el estrógeno suministrado se encarga entonces de dar más redondez por la vía dela acumulación de agua) y para la falta de líbido, pero también en determinados problemas con hongos (candiasis) en la vagina. Pero por otro lado, los estrógenos también pueden fomentar la aparición de hongos vaginales.
Por el contrario, una píldora cuyos gestágenos tienen una acción parcial andrógena (masculina) se administra a las mujeres que tienen un periodo demasiado intenso, con mastopatía o mastodinia (dolores en el pecho), que padecen sobrepeso, edemas o tendencia a la sensación de plenitud, porque estos gestágenos deshidratan. A las mujeres con seborrea (tendencia a la sudoración y piel muy grasa) y con el problema de caída del cabello se las prescribe un tipo de píldora (como por ejemplo “Neoeunomyn”), cuyos gestágenos tienen una acción antiandrógena. En caso de masculinización y de acné grave se recetan tipos de píldora cuyos andrógenos son sustituidos por un antiandrógeno puro, como la ciproterona (en “Androcur” y “Diane 35”).
Contemplando con detenimiento los efectos a largo plazo, salvo en el caso citado en último lugar, no ha dado resultados esta prescripción según los síntomas, que naturalmente es muy alopática. Es evidente que a las mujeres no les sienta bien a largo plazo que se les empuje por vía hormonal hacia el polo opuesto. Las mujeres con predominio de estrógenos aparecen señaladas también por el destino como mujeres de la Luna y no deben, ni quieren, que se reduzca en absoluto su feminidad. Pero a las mujeres con predominio de gestágenos tampoco debe empujárselas hacia el polo lunar, pues en cualquier caso es algo que no les sentará especialmente bien. Desde la perspectiva de la medicina interpretativa todo está bien claro: los intentos de elaborar y mejorar esta creación no tienen éxito a largo plazo. La misión de reconciliarse con el polo opuesto (por ejemplo, en el sentido de C.G. Jung) significa hacerlo psíquicamente, no químicamente.
En cuanto a su composición química, existen diferentes tipos de preparados. Los que se emplean más a menudo son los combinados. Estos preparados de una fase contienen siempre la misma mezcla de estrógeno y gestágeno. Los preparados bifásicos, por el contrario, están adaptados al ciclo y proporcionan al principio más estrógenos y en la segunda fase más gestágeno. Los preparados secuenciales contienen primero sólo estrógeno y después sólo gestágeno. El objetivo ha sido y es conseguir siempre la píldora de dosis más baja. Realmente podría preguntarse por qué, si la industria constantemente asegura que las hormonas son inofensivas.
El resultado de los esfuerzos por reducir las hormonas es la minipíldora. Sólo contiene gestágenos, y en dosis muy bajas. Al influir sobre el medio de la mucosa impide esencialmente la ascensión de los espermatozoides. Según la información de la industria farmacéutica, tiene interés en especial para las mujeres que se han cansado de la píldora, que no quieren renunciar a su propio ciclo y que no tienen problemas de irregularidad con el ritmo. Las mujeres Luna con predominio de estrógenos, no obstante, suelen reaccionar mal a la mínima cantidad de gestágeno. Hay algunas mujeres que incluso con la dosis más bajas de gestágenos desarrollan sorprendentes efectos secundarios tales como brotes de acné, metrorragia y amenorrea.
Entre los efectos secundarios generales de la píldora habría que ver en primer lugar el tema de la pérdida del propio ritmo femenino. Excepto la minipíldora, todos los restantes tipos de píldora perturban el ciclo natural. Entre los efectos secundarios más conocidos están la hipertensión, el aumento de la trombosis (unido sobre todo al tabaco), los trastornos del metabolismo hepático y las enfermedades de la sangre. También aumenta la probabilidad de calcificación de los huesecillos del oído (ostoclerosis). Pueden producirse o intensificarse los ataques de migraña y crecer miomas. Pueden aparecer igualmente dolores en el pecho, aumento de peso, mareos (náuseas) y reducción de la líbido (con gestágenos). Aunque no peligrosas sí que son molestas las manchas pardas que aparecen alrededor de la boca, que se denominan cloasmas. El organismo ha interiorizado entonces el programa anticonceptivo y continúa practicándolo por sí mismo. El ritmo propio está tan debilitado que no es capaz de ajustarse él mismo. A nivel interpretativo, esto podría entenderse como que la mujer afectada ha sacrificado tanto su identidad femenina y su ritmo vital, que con sus propias fuerzas ya no puede encontrarlo.
En lo que respecta a la letalidad, hay que hacer constar de manera clara que el riesgo por los embarazos es muy superior al de la prevención con la píldora. De 30.000 mujeres que han tomado la píldora durante toda su vida fértil, según las estadísticas fallecen doce por efectos directos de la píldora y una por el embarazo producido a pesar del tratamiento. Sin embargo, por cada 10.000 embarazos siguen muriendo en promedio dos mujeres. Evidentemente, el riesgo de traer nuevas vidas es mayor que el rechazarlo de manera consecuente.
Desde el punto de vista médico se ponen pocos reparos a la píldora. Antes de administrarla puede hacerse toda una serie de análisis y exploraciones. A los tres meses es posible realizar un control, cada seis meses se recomienda explorar los pechos y los genitales, de vez en cuando incluso se determinan los niveles hormonales, algo que carece completamente de sentido tomando la píldora. La pausa en su toma que antes se recomendaba ya resulta innecesaria. Se hizo para determinar si todavía funcionaban los ciclos reguladores. La mayor tendencia al embarazo observada en las pausas se designó como un efecto rebote, pero hoy se pone en tela de juicio. En cualquier caso, la interpretación sería sencilla: un organismo al que durante mucho tiempo se ha impedido seguir su propia determinación, aprovecha la primera oportunidad para llegar a su meta.

La píldora del día después: una píldora como “Tetragynom”, o la anterior “13 Mikrlut” (ambas minipíldoras), deben tomarse dentro de las 48 primeras horas después de haber tenido relaciones sexuales sin protección y “resuelven” el problema mediante una hemorragia rápida y segura gracias a la progesterona que contienen. Por ese motivo, el procedimiento está permitido porque la mucosa se desprende antes del anidamiento, de tal manera que jurídicamente impide el ebarazo, pero no lo interrumpe. Este “método” es aplicable como máximo después de un resbalón, porque provoca una hemorragia y destruye por completo el ciclo natural.
Los fabricantes de nuestro país rechazan el preparado “RU 486”, la píldora abortiva, porque se dirige contra el óvulo ya anidado, lo que según el derecho alemán sería un aborto (véase también la página 127 y siguientes).

La inyección de los tres meses constituye, dentro de los métodos que utilizan las hormonas, la intervención más brutal en el equilibrio hormonal de la mujer. Realmente altera todo lo que puede alterarse. Debido a estos efectos secundarios extremadamente desagradables, ha desaparecido casi por completo de Alemania. De todas las maneras, sigue administrándose con frecuencia en Suiza después de los partos como prevención durante el período de lactancia. Mientras tanto, en Alemania ha vuelto a utilizarse en mujeres menopáusicas para tratar ataques de migraña que no responden a otros tratamientos, y de vez en cuando en casos de endometriosis y de dismenorrea grave. También las deportistas de alta competición parecen apreciarla por la amenorrea que produce.
Fuera de esto, se administra casi exclusivamente a mujeres mentalmente discapacitadas que se encuentran en centros de acogida, lo que da que pensar y plantearía cuestiones muy incómodas. ¿Cómo es que algo que se negaría a las personas que pueden defenderse se aplica a aquellas otras que no pueden defenderse? En cuanto que la conciencia no puede articularse con claridad, como al comienzo de la vida –desde la concepción hasta el quinto mes- o al fin de la misma, cuando de lo que se trata es de la extracción de órganos, o cuando el intelecto retrocede o desaparece, en nuestra sociedad nos volvemos extraordinariamente arriesgados.

Dahlke, R. Dahlke, M. Zahn, V. El camino femenino a la curación. El mensaje curativo del alma femenina. Cómo interpretar las causas espirituales de las enfermedades de la mujer. Robin Book.

martes, 20 de noviembre de 2012

El cuento de Eva


Yo siempre me he preguntado qué significaba lo femenino. Digamos que desde joven tenía bien claro qué significaba lo masculino. En mi entorno lo masculino estaba bien valorado, era lo deseable, a lo que aspirar. Era mejor jugar al fútbol que al elástico; eran mejor las ciencias que las letras; era mejor trabajar fuera de casa que dentro. Y así, el estatus de las cosas y actividades que pertenecían al mundo masculino dominaban la escena con discreción y eficacia. Era mejor lo masculino que lo femenino, porque los hombres eran más inocentes (me decían de pequeña) y las mujeres más maliciosas. Porque al hombre se lo consideraba virginal y de buen corazón y a la mujer taimada y seductora. Por eso, los hombres debían protegerse de nosotras y entre nosotras no podíamos ser amigas, tendíamos a la envidia y la difamación de forma natural.
Esta es la imagen que yo guardé en los primeros años de vida de lo que significaba ser mujer. Después una va creciendo y se va encontrando con que los hombres no son esos entes puros y buenos al que las malas mujeres pueden llevar a la perdición, sino que los lobos existen (no sólo en los cuentos de caperucita). Sin embargo, ya poseía la imagen bíblica de la pérfida Eva dando a Adán la manzana, expulsando al inocente hombre del paraíso. Y así me quedé, con una protesta interna que con la edad se convirtió en un feminismo en el que querer y poder hacer las cosas que los hombres hacían era mi objetivo. Y así, hice un bachillerato de ciencias, aunque la carrera la elegí de letras, porque era mejor. Y así, me dediqué a los deportes de aventura (no por gozo personal -excepto la escalada que para mi era más una meditación- sino por la necesidad de sentirme que podía hacer las cosas que los hombres hacen). Y entonces decidí no tener una relación estable porque era lo que los hombres independientes y libres hacían. Y me dediqué a la empresa porque eso era mejor... y tantas y tantas cosas...

Ahora miro con una mezcla de extrañeza y pesar dónde se fueron esos años de mi adolescencia y juventud. Miro en mi interior y no me creo casi que esa haya sido yo en algún momento. No puedo comprender como solo me llegó esta imagen poderosa y castrante de la Eva maliciosa y pérfida arrastrando al buen hombre; cuando a poco que miremos alrededor nos daremos cuenta de cuánta mentira y decadencia existe tras esta imagen.

Hemos sido las mujeres tradicionalmente las que hemos soportado en nuestros cuerpos los deslices, los deseos y los abusos de los demás. Nos han quemado en la hoguera por brujas. Era nuestro cuerpo el que ha sido repudiado por los beatos y teólogos, objeto de temor y desprecio.

"Como individuo, la mujer es un ser endeble y defectuoso. El padre ha de ser más amado que la madre, pues es el principio activo de la procreación, mientras que la madre es tan solo el principio pasivo." Santo Tomás de Aquino.

"Las mujeres escuchen en silencio las instrucciones con entera sumisión. Pues no permito a la mujer enseñar ni tomar autoridad sobre el marido; mas estése callada. Ya que Adán fue formado el primero, y después Eva. Y además Adán no fue engañado, mas la mujer, engañada, fue causa de la prevaricación de la caída en el pecado. Verdad es que se salvara por medio de los hijos, si persevera en la fe y el la caridad en santa y arreglada vida.
—1 Timoteo 2: 11-15, atribuido por los cristianos a San Pablo.

"Las niñas empiezan a caminar y a hablar antes que los niños porque la maleza crece siempre más rápido que las buenas semillas"
—Martín Lutero. Teólogo alemán

Más que los hombres, las mujeres hemos sido sometidas a violaciones y después a abortos; hemos sido repudiadas y lapidadas; somos las mujeres las que nos hemos visto perseguidas y difamadas y nuestro cuerpo ha sido el campo de batalla en el que se libraban las guerras a través de violaciones. No en vano, son las mujeres y los niños las principales víctimas de la guerra y cuentan con más bajas que entre los ejércitos combatientes.  Como demuestran las estadísticas de Joan Chitister:

Al inicio del siglo XX, 5% de las bajas de guerras eran civiles.
En la Primera Guerra Mundial, 15% eran civiles.
En la Segunda Guerra Mundial la cifra saltó a un 65% de mortandad de civiles, al ser bombardeadas ciudades enteras.
Hacia mediados de los noventas, 75% de las bajas de guerra eran civiles.
Actualmente el 90% por ciento de las bajas humanas en tiempo de Guerra lo forman civiles, en su mayoría mujeres y niños.


Y sin intentar crear un sentimiento victimista, si que pretendo mirar con los ojos tan abiertos que me permitan discernir lo evidente y lo sutil. Que pueda ver las implicaciones que los viejos estereotipos  y la historia nos han donado y hemos registrado en la memoria más profunda. En una mano, el cuento de Eva recibido, en la otra, la realidad.


Fuente:
http://estudiosobreelutero.blogspot.com.ar/2012/11/el-cuento-de-eva.html

Una atmósfera exclusivamente femenina


La práctica de la soledad deliberada
(…) En tiempos antiguos, tal como sabemos a través de los escritos de los médicos-sanadores religiosos y místicos, la soledad deliberada era no sólo paliativa sino también preventiva. Se utilizaba para curar la fatiga y prevenir el cansancio. También se usaba como oráculo, como medio para escuchar el yo interior y pedirle unos consejos y una guía imposibles de escuchar en medio del estruendo de la vida cotidiana.
Las mujeres de la antigüedad y las modernas aborígenes solían crear un lugar sagrado para esta clase de comunión y búsqueda. Dicen que tradicionalmente se establecía durante el período menstrual de las mujeres, pues en estos días una mujer vive mucho más cerca de su propio conocimiento que de costumbre; el espesor de la membrana que separa la mente inconsciente de la consciente se reduce considerablemente. Los sentimientos, los recuerdos, las sensaciones que normalmente están bloqueados penetran en la conciencia sin ninguna dificultad. Si una mujer se adentra en la soledad en este período, tiene más material para examinar.
No obstante, en mis intercambios con las mujeres de las tribus de Norte, Centro y Sudamérica así como con las de algunas tribus eslavas, descubro que los “lugares femeninos” se utilizaban en cualquier momento y no sólo durante la menstruación; más aún, cada mujer disponía de su propio “lugar de lo femenino”, el cual consistía a menudo en un determinado árbol o punto de la orilla del río o en algún espacio de un bosque o un desierto natural o una gruta marina.
Mi experiencia en el análisis de las mujeres me lleva a pensar que buena parte de los trastornos premenstruales de las mujeres modernas no es sólo un síndrome físico sino también una consecuencia de su necesidad insatisfecha de dedicar el tiempo suficiente a revitalizarse y renovarse[1].
Siempre me río cuando alguien menciona a los primeros antropólogos, según los cuales en muchas tribus las mujeres que menstruaban se consideraban “impuras” y eran obligadas a alejarse del poblado hasta que “terminaban”. Todas las mujeres saben que, aunque hubiera un forzoso exilio ritual de este tipo, cada una de ellas sin excepción, al llegar este momento, abandonaba la aldea con la cabeza tristemente inclinada, por lo menos hasta que se perdía de vista, y después rompía repentinamente a bailar y se pasaba el resto del camino muerta de risa.
(…)
El calor: La recuperación de la sexualidad sagrada
Siempre he pensado que el Kaffeelatsch[2] era un vestigio del antiguo ritual femenino del estar juntas, un ritual que, como el antiguo, se centra en conversaciones del vientre y en el que las mujeres hablan desde sus entrañas, dicen la verdad, se ríen como locas, se sienten más reconfortadas y, cuando vuelven a casa, todo marcha mejor.
A veces cuesta conseguir que los hombres se retiren para que las mujeres puedan permanecer solas entre sí. Sé que en tiempos antiguos las mujeres animaban a los hombres a que se fueran a “pescar”. Se trata de un estratagema utilizado por las mujeres desde tiempos inmemoriales para que los hombres se alejen y la mujer pueda quedarse sola o en compañía de otras mujeres. Las mujeres necesitan vivir de vez en cuando en una atmósfera exclusivamente femenina, ellas solas o con otras mujeres. Es un ciclo femenino natural.
(…)


[1] Las mujeres suelen tomarse el tiempo necesario para responder a las crisis de la salud física, sobre todo de la salud de los demás, pero olvidan dedicar un tiempo de mantenimiento a su relación con la propia alma. Normalmente no comprenden que el alma es el magneto, el generador central de su animación y su energía. Muchas mujeres tratan su relación con el alma como si ésta no fuera un instrumento extremadamente importante que, como todos los instrumentos valiosos, necesita protección, limpieza, lubrificación y reparación. De lo contrario, lo mismo que ocurre con un automóvil, la relación se deteriora, se produce una desaceleración en la vida cotidiana de la mujer, ésta tiene que gastar grandes cantidades de energía para llevar a cabo las tareas más sencillas y, finalmente, sufre una grave avería lejos de la ciudad o de un teléfono. Y entonces tiene que emprender a pie el largo y fatigoso camino de regreso a casa.
[2] En alemán, tertulia de mujeres.

Nuestra fertilidad


Tomar el asunto en nuestras manos
Siempre he pensado que las mujeres de la antigüedad tenían que conocer la manera de controlar su fertilidad mediante métodos que se han perdido en la noche de los tiempos. En medicina china hay 24 puntos de acupuntura o  digitopresión que se llaman Puntos Prohibidos. Cuando Jeanne Blum, terapeuta holística que trabaja con digitopresión, comenzó a investigar estos puntos, descubrió que se los llamaba “prohibidos” justamente por su capacidad para poner fin a un embarazo. Pero además descubrió que si las mujeres aprendían cuáles eran esos puntos y cómo estimularlos manualmente en el momento oportuno, podían controlar también sus ciclos a voluntad. Así pues, el sistema de los Puntos Prohibidos puede, con la práctica, emplearse como una forma de control de la natalidad o para acabar con un embarazo en su primera fase. Aunque no he logrado encontrar estudios que documenten el uso de estos puntos de esta manera, el continuo trabajo de Jeanne Blum con muchas clientas y las experiencias que le han relatado mujeres que han puesto en práctica lo que dice en su libro son testimonio de la efectividad de este sistema si se aplica correctamente. Los puntos y las instrucciones completas de este sistema para utilizarlo bien se encuentran en su libro Woman Heal Thyself: An Ancient Healing System for Contemporary Women (Charles Tuttle, 1996). Estos mismo puntos se pueden estimular para aliviar y sanar el síndrome premenstrual, la endometriosis, la dismenorrea y otros problemas menstruales.

Concepción y anticoncepción conscientes
Si las mujeres deseamos mejorar nuestra posición personal y profesional en el mundo, no tenemos otra opción que responsabilizarnos de nuestras creaciones y recuperar nuestro poder. Esto es particularmente cierto cuando se trata de tener hijos. Las mujeres hemos llegado a un momento de nuestra historia planetaria en que debemos aprender a procrear a partir de una decisión consciente, no simplemente para llenar un vacío interior ni para retener a un hombre. Estos motivos para concebir son restos de una programación tribal inconsciente que ya no nos beneficia.(…)
A las mujeres que están considerando la posibilidad de concebir les recomiendo que dediquen un tiempo a meditar y a orar junto con su pareja en busca de orientación respecto a la perspectiva de tener un hijo. Las mujeres tibetanas tradicionales siempre dedican un tiempo a la oración y la meditación antes de concebir. No todas son muy evolucionadas. Cuando la mujer eleva sus vibraciones mediante la oración y la meditación conscientes, hace más probable que conciba un alma de mentalidad similar. Esto se puede hacer incluso en el caso de considerar la posibilidad de ser madre soltera por inseminación de un donante. Lo importante es que la mujer vea su cuerpo como un canal para un nuevo espíritu y se rinda a la experiencia, que esté receptiva a todo lo que ésta tiene para enseñarle. (Si estás considerando la posibilidad de ser madre soltera, te recomiendo el libro Single Mothers by Choice [Times Books, 1994], de Jane Mates, asistenta social; para más información sobre la maternidad como solteras, visita www.singlemothers.org)
Todos los métodos anticonceptivos existentes en la actualidad tienen su lugar: píldoras, dispositivos intrauterinos, diafragmas, condones y el resto (…). Desgraciadamente, muchos médicos no presentan con objetividad los métodos de control de la natalidad. Cuando estaba estudiando y durante mis prácticas como residente, existía la tendencia de imponer los anticonceptivos orales como el método óptimo, y a restar importancia a la fiabilidad del diafragma y los condones. Esto no ha cambiado en más de treinta años, lo cual no es de extrañar, dada nuestra actitud cultural de controlar el cuerpo femenino. La píldora (y ahora el parche) es fácil de recetar, fácil de tomar (o usar), muy fiable y muy cómoda. Podemos usarla para manipular el ciclo menstrual, y evitar así las reglas totalmente o los fines de semana. En resumen, encaja en nuestro ideal cultural. La píldora anticonceptiva es el medicamento que más se ha estudiado en la historia. Por desgracia, dado que se fabrica con hormonas no bioidénticas, tiene más efectos secundarios de los que debería.
Muchos otros métodos anticonceptivos requieren más educación acerca del cuerpo y una participación más activa de la que exige la píldora. Esos métodos no encajan en la agenda normal de un médico muy ocupado. Muchos médicos piensan que las mujeres no querrán usar los métodos barrera como el diafragma, los preservativos y la espuma anticonceptiva porque han visto demasiados “fracasos”. Esto es cierto de algunas mujeres, pero no de todas. Los informes demuestran que en las mujeres que son usuarias ideales (que usan el método correctamente cada vez), los métodos barrera, e incluso el de “percepción de la fecundidad” (planificación familiar natural) pueden ser eficaces en un 95 a 98 por ciento.
Es importante distinguir entre el fracaso del método anticonceptivo y el fracaso de la mujer de usarlo correctamente. Muchas mujeres están socialmente condicionadas a  estar disponibles para el acto sexual sin involucrar a su pareja en la responsabilidad de la anticoncepción. Muchas mujeres están relacionadas con hombres que no colaboran en la anticoncepción y que piensan que eso es responsabilidad de la mujer. Aunque me gustaría decir que no vale la pena tener relaciones sexuales con esos hombres, sé que eso no siempre es posible, sobre todo en las situaciones tan corrientes en que hay problemas de violencia doméstica; evidentemente, para las mujeres que están en esta situación es mejor usar un método anticonceptivo que no requiera la colaboración masculina. Entre estos métodos están las píldoras, el parche, NuvaRing, el DIU, Depo-Provera, la ligadura de trompas y el preservativo femenino Reality. Los métodos que requieren una participación consciente de la pareja, como los condones, sencillamente no son apropiados para estas mujeres. De hecho, cuando el Departamento de Salud Pública de Filadelfia ofreció un rustido de métodos anticonceptivos a un grupo de mujeres de ingresos bajos, en su mayoría eligieron el preservativo femenino porque este método les daba más control sobre el riesgo de embarazo e infección a que habrían estado expuestas de no usarlo.
Para elegir el método anticonceptivo apropiado, la mujer debe decidir sinceramente en qué lugar está en su propia vida, y cuánta responsabilidad está dispuesta a asumir en su fecundidad. Algunas mujeres ni siquiera quieren pensar en llegar a conocer sus fases de ovulación ni observar su mucosidad cervical, y mucho menos están dispuestas a insertarse un diafragma antes de cada acto sexual. Eso es válido, y con frecuencia les va bien con la píldora u otro método “automático”. Otras mujeres prefieren métodos barrera, como el diafragma, y yo animo a usar esos métodos también, pero sólo a aquellas mujeres que se comprometen a usarlos conscientemente. He trabajado repetidamente con mujeres que se han hecho tres o cuatro abortos por no usar los llamados anticonceptivos “no naturales”; la píldora habría sido una mejor opción para esas mujeres, dado su comportamiento sexual; pero ellas se negaban a poner algo “no natural” en su cuerpo. Yo digo que no hay nada natural en el aborto, cuando la mujer no usa conscientemente su método anticonceptivo “natural”. Estas mujeres, si bien son conscientes respecto de los alimentos y al medio ambiente, suelen sufrir la división entre la mente y el cuerpo que todos hemos heredado: piensan que estar disponible sexualmente sin pedir a su pareja que comparta la responsabilidad forma parte de ser una mujer deseable. Esto es una lástima, dado particularmente que hay tantas maneras de expresarse sexualmente sin el riesgo de embarazos no intencionados (…). Recomiendo a todas las mujeres que hagan el mayor esfuerzo posible por poner en primer lugar sus necesidades sexuales y de fertilidad en toda relación. Hacerlo requiere valor y apoyo.

Northrup, C. Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Una guía para la salud física y emocional. Urano.

jueves, 15 de noviembre de 2012

ABRAZA A TU CHICA INTERNA de Eve Ensler

Haciendo click en el enlace que se muestra debajo podrán ver un lindísimo video de Eve Ensler - autora de los famosos Monólogos de la Vagina - donde nos llama a abrazar a nuestra chica interna. Un hermoso video para compartir entre todas las mujeres... y los hombres ¿por qué no?


EVE ENSLER - ABRAZA A TU CHICA INTERNA

lunes, 12 de noviembre de 2012

La naturaleza instintiva exiliada

(...)
Las niñas que poseen una acusada naturaleza instintiva suelen experimentar un considerable sufrimiento en las etapas iniciales de su vida. Desde su más tierna infancia se sienten cautivas y domesticadas y les dicen que son tercas y se portan mal. Su naturaleza salvaje se revela muy pronto. Son niñas muy curiosas y astutas y ponen de manifiesto unas excentricidades que, debidamente desarrolladas, constituyen la base de su creatividad durante todo el resto de sus vidas. Teniendo en cuenta que la vida creativa es el alimento y el agua del alma, este desarrollo básico es extremadamente importante.
Por regla general, el temprano exilio se inicia sin culpa del interesado y se intensifica por medio de la incomprensión, la crueldad de la ignorancia o la maldad deliberada de los demás. En tal caso, el yo básico de la psique sufre una temprana herida. Cuando ello ocurre, una niña empieza a creer que las imágenes negativas que su familia y su cultura le ofrecen de ella no sólo son totalmente ciertas sino, que, además, están totalmente libres de prejuicios, opiniones y preferencias personales. La niña empieza a creer que es débil, fea e inaceptable y así lo seguirá creyendo por mucho que se esfuerce en modificar la situación.
(...) En muchas culturas, cuando nace una niña se espera de ella que sea o se convierta en un determinado tipo de persona, se comporte de una cierta manera convencional, tenga una serie de valores que, aunque no sean idénticos a los de su familia, sí por lo menos se basen en ellos y, en cualquier caso, no provoque sobresaltos de ningún tipo. Estas expectativas quedan muy bien definidas cuando uno o ambos progenitores experimentan el deseo de una "hija angelical", es decir, de una hija sumisamente "perfecta".
En las fantasías de algunos padres la hija que tengan deberá ser perfecta y sólo deberá reflejar sus criterios y sus valores. Por desgracia, si la niña es salvaje, ésta deberá padecer los repetidos intentos de sus padres de someterla a una operación quirúrgica psíquica en su afán de re-crearla y de modificar lo que el alma le pide a una niña. Por mucho que su alma le pide que mire, la cultura circundante le pedirá que se vuelva ciega. Y, aunque su alma quiera decirle la verdad, ella se verá obligada a guardar silencio.
Pero ni el alma ni la psique de la niña se pueden adaptar a tales exigencias. La insistencia en que se porte de forma "apropiada", cualquiera que sea la definición que pueda dar de ello la autoridad, puede obligar a la niña a huir o a ocultarse bajo tierra o a vagar durante mucho tiempo en busca de un lugar en el que pueda encontrar alimento y paz.
Cuando la cultura define minuciosamente lo que constituye el éxito o la deseable perfección en algo - el aspecto, la estatura, la fuerza, la forma, el poder adquisitivo, la economía, la virilidad, la feminidad, los buenos hijos, la buena conducta, las creencias religiosas-, en la psique de todos los miembros de esa cultura se produce una introyección de los mandatos correspondientes con el fin de que las personas puedan acomodarse a dichos criterios. Por consiguiente, el tema de la mujer salvaje exiliada suele ser doble  interior y personal y exterior y cultural.
Vamos a analizar aquí el tema del exilio interior, pues, cuando el sujeto adquiere la necesaria fuerza - o una fuerza perfecta sino una fuerza moderada e idónea - para ser él mismo  y encontrar el lugar que le corresponde, puede influir magistralmente en la comunidad exterior y en la conciencia cultural. ¿Qué es una fuerza moderada? Es la que se posee cuando la madre interior que cuida a la persona no sabe al ciento por ciento lo que hay que hacer a continuación. Basta con que lo sepa al setenta y cinco por ciento. El setenta y cinco por ciento es un porcentaje aceptable. Recuerda que decimos que una planta está florida tanto si se encuentra a la mitad como si se encuentra a tres cuartos o en la plenitud de su ciclo de floración.


Pinkola Estés, Clarissa. Mujeres que corren con los lobos. Zeta.

El sistema energético femenino



Comprender que los pensamientos y emociones afectan al funcionamiento de la energía en el cuerpo femenino nos sirve para descifrar el lenguaje único de nuestro cuerpo individual. La localización de una enfermedad, es decir, dónde se produce, tiene un significado psíquico y emocional. Pautas mentales y emocionales concretas están relacionadas con lugares específicos del cuerpo. Los pensamientos, emociones y comportamientos se reflejan o quedan estampados simultáneamente en el cerebro, la médula espinal, los diversos órganos, la sangre, el tejido linfático (inmunitario) y el campo electromagnético que rodea todas estas zonas. Entender las diferentes formas dinámicas de energía que nuestro cuerpo origina y en las cuales actúa, va a servirnos para valorar cómo se manifiestan en el cuerpo individual las energías positivas o negativas.

El continuo materia-energía

El sistema vibratorio del cuerpo va cambiando siempre, y la posibilidad de sanar o de enfermar está presente en todo momento. Las células precancerosas, por ejemplo, se producen con regularidad; pero sólo forman cánceres invasores cuando se deterioran los controles internos. La energía mental y emocional entra y sale de forma física con regularidad, oscilando en el continuo formado por energía y materia, partículas y ondas. (…) Dicho muy sencillamente, la energía mental puede volverse física en el cuerpo.
Cuando tenemos un estrés emocional constante no resuelto en un determinado aspecto de la vida, este estrés se registra en nuestras vibraciones como una perturbación que puede manifestarse en forma de enfermedad física. He aquí como ocurre: cuando estamos obsesionadas por alguien o por algo, o seguimos aferradas a pensamientos o comportamientos autodestructivos, el cuerpo pierde energía vital. Cuando nos obsesionamos, obstruimos la energía (chi, ki, prana o qi) en un proceso negativo que la desvía de nuestras células, con lo cual se interrumpen los procesos celulares vitales. (…)
Percibir el cuerpo como un campo energético que pierde energía nos es útil para entender y comenzar el proceso de curación. (…)
Muchas veces no somos conscientes de esas pérdidas de energía. Pero si continúan sin ser sanadas, la consecuencia suele ser el malestar corporal. Los síntomas corporales pueden servirnos para llevar la atención a esa zona de modo que pueda comenzar la curación. (…)

La energía de la Tierra
Las filosofías orientales tradicionales describen la profunda interacción entre la energía de la Tierra y la del cuerpo físico humano, y la fuerte conexión entre la energía femenina y la atracción natural de la Tierra. Entender que la naturaleza de la mujer, con sus flujos y sus reflujos, es positiva y poderosa, nos da la oportunidad de sanar y vivir en forma equilibrada y sana.
Según algunas creencias orientales, el cuerpo de las mujeres difiere del de los hombres en que la energía de la Tierra sube por nuestro cuerpo y lo penetra. Esta energía femenina “atrae hacia adentro”, es una fuerza centrípeta, y es irresistible. Es tan poderosa, que si se vive en un ambiente familiar, la mayoría de los miembros de la familia giran alrededor de la persona que tiene la mayor energía centrípeta (generalmente la madre), y cuando ya no está la notan agudamente. Los hijos se guardan sus quejas para contárselas a su madre al final del día si ella no ha estado en casa. Mis hijas siempre necesitaban saber en qué parte de la casa estaba. Si salía de una habitación, antes de que pasara un minuto me llamaban: “Mamá, ¿dónde estás?”. Cuando eran más pequeñas siempre tenían que estar conmigo en la misma habitación. No pude darme un baño sola hasta que la mayor tenía alrededor de nueve años. En cambio, cuando las niñas eran pequeñas, mi ex marido tenique estar ausente mucho más tiempo que yo para que ellas lo notaran. Esa energía centrípeta de la mujer está en funcionamiento cuando se pone al bebé al pecho, y cuando acepta el pene en su vagina (si es heterosexual) y su óvulo envía señales químicas a los espermatozoides para que naden hacia él. Esta potente energía está presente no sólo en nuestra biología sino también en el corazón y la mente, en forma de nuestros sueños y deseos únicos. Cuando la mujer encuentra el valor para expresar esos deseos, a sí misma y a otras personas, no tarda en descubrir que su irresistible energía centrípeta la ayuda a hacerlos realidad.
Michio Kushi, el maestro de macrobiótica que fue el primero en ilustrar y escribir sobre esta forma de energía para lectores occidentales, señala que la fuerza centrípeta de la Tierra que sube por los pies está presenta también en los hombres, así como la fuerza del cielo, que baja y entra en el cuerpo por la cabeza (fuerza centrífuga), está también presente en las mujeres. Lo que difiere es el grado en que está presente cada energía. En general, en las mujeres hay más energía de la Tierra que sube. Me han dicho que las mujeres del pueblo navajo usan faldas porque eso aumenta el acceso del cuerpo a esa energía de la Tierra a través del círculo que forma la falda (véase figura 1). La tradición lakota sostiene que la energía de la mujeres durante la menstruación (llamada periodo lunar) baja en espiral en sentido inverso a las manecillas del reloj, y entra en la Tierra. (Debido a eso las mujeres que están menstruando no participan en las ceremonias de sauna, porque su energía está reñida con la energía en espiral hacia arriba de la ceremonia.)
La energía centrípeta es una fuerza conectora que influye en todas las personas que nos rodean, porque las mujeres tendemos a ser el centro de la vida familiar, las que asumimos la responsabilidad psicológica del bienestar de los demás miembros de la familia. Por lo tanto, cuando una mujer mejora su vida, generalmente toda la familia se beneficia (tenga hijos o no). Ella marca el tono. El bienestar de la familia y el de la sociedad dependen de que las mujeres sanemos y nos mantengamos sanas. Parte de la creación de salud es entender el poder de la energía femenina y sus implicaciones. La salud de los seres queridos de una mujer está directamente ligada a su salud personal. Por lo tanto, nos debemos a nosotras mismas primero tomarnos el tiempo que necesitamos para sanar, para estar sanas, felices y completas. No se puede apagar la sed de otra persona si se tiene el vaso vacío.



Northrup, C. Cuerpo de mujer, sabiduría de mujer. Urano.